domingo, 24 de marzo de 2013


DOMINGO DE RAMOS: Leer y Reflexionar

En la celebración de hoy se da por finalizada la cuaresma, ingresaremos de manera solemne a la Semana Santa. Los templos se verán abarrotados de asiduos parroquianos como así también de foráneos ocasionales. Y tanto para unos como para otros, en esta jornada tomará destacado protagonismo un elemento muy particular, el cual suele hacerse presente siempre en esta fecha: el ramo de olivo.

Sucede que los ritos de la bendición de ramos y la procesión en honor a la entrada mesiánica triunfal de Jesús en Jerusalén, han cobrado y mantienen aún en estas épocas un carácter religioso, festivo y popular muy arraigado en nuestra gente. Prueba de ello es el valor que se le da al olivo bendecido previa o posteriormente a la misa, el cual suele ser tratado y conservado con mucha devoción en el hogar o con familiares, enfermos, compañeros de trabajo, etc. Incluso, podríamos decir que esta celebración como la bendición, son un fin en sí mismo para algunos cristianos que solo se acercan a nuestros templos y comunidades únicamente para esta ocasión. Por lo tanto, este verdadero signo que acontece el domingo de Ramos, es una razón más para reflexionar cómo, desde lo personal hasta lo grupal, deberíamos vivir y preparar este tipo de celebraciones, y a su vez, de qué manera podemos ayudar a nuestros hermanos a comprender de manera más profunda estos misterios que la Iglesia nos propone celebrar.

¿Qué hacer?

Existen grupos, movimientos, comunidades, etc. y personas de buena voluntad, que toman este tema con mucha seriedad y colaboran encargándose de la poda, recolección y distribución de los ramos de olivo que se bendecirán este domingo. Si hasta ahora no lo hemos hecho, podemos hacerlo o al menos, colaborar con ello pero de un modo especial: la ocasión es propicia también para meditar personal y grupalmente con nuestro pueblo, acerca del significado de lo que celebraremos. Aquí les propongo entonces algunos elementos y comentarios que, por ejemplo, pueden ser útiles para compartir en nuestras reuniones formativas o bien desde la animación pastoral de las actividades de Semana Santa, y a través de tarjetas, boletines parroquiales, programas de horarios y actividades, etc.

*¿Porqué el olivo?

El Olivo es un árbol característico y muy propio de la zona donde vivió Jesús. Recordemos que un pasaje bíblico testimonia que El oró y meditó en el huerto de los olivos (Lc. 22, 39-46) y que este árbol aparece también en el Antiguo Testamento, como por ejemplo, en el relato del Diluvio y el arca de Noé (Gn, 8, 11). Fue por ello entonces, que el pueblo de Jerusalén celebró la entrada de Jesús saliendo a su encuentro y homenajeándolo en aquél entonces como un rey con palmas, cantos y levantando ramos de olivo a su paso.

Para reflexionar
  
¿Acostumbro a levantar mi corazón, mis pensamientos, deseos, etc. hacia Dios, de la misma manera que levanto hoy los ramos? ¿Reconozco en el Señor al verdadero Rey de mi vida, o tengo otros reyes materiales y/o humanos que ocupan su lugar? ¿Con qué dones y elementos característicos de mi vida, puedo alabar al Señor? ¿De qué modo?
  
*¿Para que lo guardamos una vez bendecido?

Si nos preguntasen, posiblemente responderíamos que acostumbramos a llevar el olivo bendecido a nuestros hogares por tradición, rutina, costumbre, o incluso por el valor simbólico que se le suele atribuir a este elemento una vez bendito. Y hay hasta quienes pueden llegar a esperar un efecto mágico de él. Sin embargo, la Iglesia nos enseña que éste es un sacramental, es decir, un signo sagrado instituido, cuyo fin es preparar a los hombres para recibir el fruto de los sacramentos y santificar las diversas circunstancias de la vida”.(CIC 1677). Por lo tanto, deberíamos llevarlo a nuestras casas y compartirlo con los demás precisamente como signo visible de Dios, de su bendición, protección y presencia en nuestra vida cotidiana.

Para reflexionar
  
¿Guardamos el olivo bendito como un simple recuerdo? ¿O como amuleto, y porque creemos que nos va a traer suerte? ¿Qué significado tiene hoy para nosotros este signo? ¿Sabemos que son los sacramentales? ¿Qué otros sacramentales recordamos o conocemos?

*¿Qué deberíamos hacer entonces con el olivo bendecido?

De acuerdo a lo que reflexionábamos anteriormente, sería oportuno colocar el olivo bendecido en algún sector adecuado de nuestro hogar, ámbito de trabajo, esparcimiento, espacios de formación y reunión, etc., y acompañarlo con alguna estampa, frase, tarjeta, señalador, etc. visible, de modo que al observarlo cotidianamente, recordemos que hemos participado de la procesión y celebración de Ramos en la que alabamos a Jesús y por lo tanto, queremos continuar alabándolo y seguir sus pasos durante todo el resto del año.

Otra práctica muy linda y difundida, es la de compartir el olivo bendito con nuestros familiares, amigos, vecinos, enfermos, vecinos, etc. como así también, con quienes se encuentran privados de asistir a las celebraciones por razones de salud, avanzada edad, etc.

Para reflexionar
  
¿Qué sitio de nuestro hogar y nuestro corazón ocupará el olivo bendito? ¿Sabremos compartirlo con nuestros familiares, amigos, vecinos, enfermos, encarcelados, etc.?¿Estamos dispuestos a acompañar y seguir a Jesús a lo largo de todo el año? ¿Qué y como debo/debemos para que este fervor que vivimos/viviremos en estos días del triduo pascual no se extinga durante el resto del año?

*Domingo de Ramos: ¿Principio o fin?

Decíamos que para algunos, el domingo de ramos y la bendición de estos, son un fin en si mismo, ya que lo consideran el elemento convocante y el momento mas importante del año como para concurrir a la Iglesia y no volver hasta el año siguiente. Sin embargo, no podemos quedarnos en el inicio del camino: la Iglesia nos enseña que esta celebración es “la puerta” de la Semana Santa, la cual culminará en la celebración del Triduo Pascual con la gloriosa Resurrección del Señor, y por lo tanto, deberemos vivirla intensa y adecuadamente, y ayudar a nuestros hermanos a tomar conciencia de ello también.

Para reflexionar:

¿Cómo nos estamos preparando para esta Semana Santa que se aproxima? ¿De que manera nos gustaría vivirla? ¿Qué expectativas tenemos en torno a ella? ¿Cuáles los compromisos personales, grupales, institucionales, etc. que deberemos asumir para ayudarnos y ayudar a otros a que la vivan intensamente?

*Para rezar juntos:

“Señor,
Aumenta nuestra fe y la de cuantos esperamos en ti
y escucha nuestras suplicas,
para quienes hoy llevamos estos ramos
en honor de Cristo victorioso,
unidos a El,
te presentemos el fruto de la buenas obras.
Por Jesucristo nuestro Señor."
Amén.


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