El Viernes Santo
Ayuno y abstinencia
El ayuno y la abstinencia del Viernes Santo son ofrecimiento al Señor que asciende a la Cruz. Con esas privaciones nos preparamos para revivir en cada uno de nosotros la suerte de Jesús: en este día lo más importante no es comer o descansar sino orar y contemplar.
El ayuno y la abstinencia del Viernes Santo son ofrecimiento al Señor que asciende a la Cruz. Con esas privaciones nos preparamos para revivir en cada uno de nosotros la suerte de Jesús: en este día lo más importante no es comer o descansar sino orar y contemplar.
Es el único día del año en el cual los católicos no celebramos la Eucaristía
Conmemoramos la Pasión y la muerte de Nuestro Señor Jesucristo y la Iglesia nos invita a subir al Calvario para experimentar la misericordia, el amor y la ternura de Dios.
Conmemoramos la Pasión y la muerte de Nuestro Señor Jesucristo y la Iglesia nos invita a subir al Calvario para experimentar la misericordia, el amor y la ternura de Dios.
• El relato de la Pasión nos muestra qué inmenso es el amor de Dios en la persona de Jesús.
• La oración universal que la Iglesia-Pueblo de Dios, a través de diez intenciones, reza para que la salvación de Jesús llegue a todo el mundo.
• La adoración de la cruz es una profesión de fe: al besar la cruz, adherimos y nos comprometemos con Cristo.
• La oración universal que la Iglesia-Pueblo de Dios, a través de diez intenciones, reza para que la salvación de Jesús llegue a todo el mundo.
• La adoración de la cruz es una profesión de fe: al besar la cruz, adherimos y nos comprometemos con Cristo.
- En la Acción Litúrgica (que no es una Misa), el Señor se hace presente actualizando su misterio pascual.
- La cruz es la victoria del amor y la esperanza de la resurrección.
- Este día no hay celebración eucarística. Se distribuye a los fieles la comunión reservada del día anterior durante la celebración de la Pasión, con excepción de los enfermos que pueden recibirla a cualquier hora del día.
- Usamos el color rojo del mártir que da su vida por salvarnos a todos, no el morado ya que la Cuaresma terminó ayer.
- No hay flores, música ni grandes luces.
- La celebración, que comienza y termina en silencio nos invita a orar y contemplar la Pasión y muerte de Jesús. La fiesta, el Gloria, por fin, viene mañana con la Vigilia Pascual.
- El Viernes Santo celebramos la Pasión y muerte de Jesús por medio de la Palabra, por la Adoración a Dios mediante el misterio de la cruz, la que besamos como adhesión y compromiso con Cristo, y la Comunión Eucarística en que la Iglesia reza para que Su Salvación llegue a todo el mundo.
- Rezamos también el Vía Crucis. Peregrinamos, con devoción, siguiendo las estaciones del Vía Crucis (que significa camino de la cruz), de este modo nos unimos al dolor y la Pasión de Cristo.
- El altar es despojado y sólo queda la Cruz expuesta para inspirar nuestra oración.
- La cruz es la victoria del amor y la esperanza de la resurrección.
- Este día no hay celebración eucarística. Se distribuye a los fieles la comunión reservada del día anterior durante la celebración de la Pasión, con excepción de los enfermos que pueden recibirla a cualquier hora del día.
- Usamos el color rojo del mártir que da su vida por salvarnos a todos, no el morado ya que la Cuaresma terminó ayer.
- No hay flores, música ni grandes luces.
- La celebración, que comienza y termina en silencio nos invita a orar y contemplar la Pasión y muerte de Jesús. La fiesta, el Gloria, por fin, viene mañana con la Vigilia Pascual.
- El Viernes Santo celebramos la Pasión y muerte de Jesús por medio de la Palabra, por la Adoración a Dios mediante el misterio de la cruz, la que besamos como adhesión y compromiso con Cristo, y la Comunión Eucarística en que la Iglesia reza para que Su Salvación llegue a todo el mundo.
- Rezamos también el Vía Crucis. Peregrinamos, con devoción, siguiendo las estaciones del Vía Crucis (que significa camino de la cruz), de este modo nos unimos al dolor y la Pasión de Cristo.
- El altar es despojado y sólo queda la Cruz expuesta para inspirar nuestra oración.
VIA CRUCIS: El camino de la Cruz y la presencia de María Santísima
- El Vía Crucis es un verdadero ejercicio de piedad comunitario que retoma lo celebrado en la Acción Litúrgica de la Pasión.
- Lo recibido del Señor en la Acción Litúrgica de la Pasión se hace “oración y camino”
- Lo que hicimos el Domingo de Ramos dentro de la celebración actualizando el misterio del Señor, ahora lo hacemos caminando, rezando y meditando, tras los pasos de Jesús.
- Según el relato del Evangelio de San Juan (Jn 19,25-27), al pie de la cruz se encuentra la madre del Señor; a ella Jesús llama “Mujer” y le encarga ser la Madre de todos los creyentes.
- María participó fiel y firmemente de los últimos momentos de Jesús antes de morir.
- María permaneció de pie junto a la cruz de su Hijo. Para un cristiano la cruz tiene sentido cuando es capaz de adoptar una actitud de aceptación activa: no se trata de simple resignación si no, más bien, de permanecer de pie frente al dolor, sabiendo que el Señor nos acompaña y consuela.
- Pedimos al Señor que nos ayude a aceptar los dolores y los conflictos que se nos presentan día a día como oportunidades para crecer como seres humanos y parecernos cada vez más a él, que confiemos en que el nos dará su apoyo para contar con las fuerzas, coraje y paciencia para no desfallecer.
Morir no es cuando el corazón deja de latir si no cuando esos latidos no tienen sentido.
Es probable que no recuerdes cuál fue la primera palabra que pronunciaste en tu vida...
¿Cuál te gustaría que fuera la última?
Es probable que no recuerdes cuál fue la primera palabra que pronunciaste en tu vida...
¿Cuál te gustaría que fuera la última?
LAS ESTACIONES DEL VIA CRUCIS
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PERDON ...
- Buscar la reconciliación con Dios.
- Buscar la reconciliación entre hermanos.
- Los cristianos piden perdón por marginaciones, injusticias y persecuciones cometidas.
- Los cristianos dan el perdón por marginaciones, injusticias y persecuciones padecidas.
- Jesús nos invita a recibir el abrazo de amor del Padre en el sacramento de la reconciliación, a reconciliarnos entre todos y a reparar las ofensas y daños producidos por nuestras faltas.
- ¿Aprovecho este tiempo de gracia para confesarme, pedir perdón y perdonar de corazón?
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